Con la semana santa por delante y tras unas agotadoras sesiones como mis aliados de Zeta Reticuli he considerado oportuno elaborar un somero repaso a la situación actual. La llegada del Nuevo Mundo avanza imparable, puedo deciros ya que los colectores de energía están situados ya en órbita estacionaria en torno al sol. Empezarán muy pronto a transmitir energía ilimitada a las sedes que tenemos por todo el planeta. Para reforzar la seguridad de nuestras instalaciones y facilitar su coordinación nuestros aliados extraterrestres están preparando una gran nave nodriza que se estacionará en una órbita entre la Luna y la Tierra. Las otras líneas de trabajo no se quedan atrás, habiendo ya embriones desarrollados de la nueva humanidad, destinados a habitar este primera Utopía real.
El frente que avanza más despacio es el del combate de la superchería, que como un cáncer se expande en cuanto encuentra un terreno mínimamente propicio. Mi equipo de élite, cuyos componentes os presentaré a su debido tiempo está haciendo una labor eficaz ayudado por grupos de rastreadores mas los caducos gobiernos y otras estructuras obsoletas interfieren con nuestras acciones permitiendo que víboras como Patrick Von Steiner se muevan líbremente mientras que nosotros tenemos que vérnoslas con la siempre negligente burocracia local. Sus esbirros están intercambiando golpes con nosotros en un afán obtuso de alargar el conflicto sine die.
Contrasta su postura activa encarnada especialmente por la hiperviolenta Jenna Starblade y sus mensajes regados con sangre con la aparente inactividad del Liceo, que parece limitarse a celebrar tediosas reuniones para discutir sobre el destino de la humanidad. De hecho no tengo muy claro si considerarla una amenaza o un mero divertimento inocuo.
Al vivir en primera persona estos importantes eventos doy por sentados conocimientos que no todo el mundo posee, si tenéis alguna duda acerca de loa que está pasando tenéis los comentarios a vuestra disposición. Incluso los ignorantes seguidores de Steiner, pues todo el mundo tiene derecho a descubrir la Verdad.
Saludos, Sir Edward Holst
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