sábado, junio 13, 2009

Golpe de estado en Japón

Las tropas del enemigo de la Razón y la Justicia.

La decadencia de occidente finalmente ha triunfado en mi amado país. Cumpliendo los peores augurios que realicé en uno de mis libros más premiados una horda de terroristas carentes de honor y del más mínimo recato en el vestir han tomado la capital a la fuerza, derribando de facto el sistema de gobierno impuesto por los Estados Unidos de América tras la Segunda Guerra Mundial. Nuestras Fuerzas de Autodefensa han resultado tan útiles como lo fue en su día la línea Maginot. Si bien comparto el sincero y merecido desprecio por la democracia con mi compañero Sir Edward Holst no puedo tolerar que un hatajo de niñatas descerebradas lleven al milenario Imperio nipón a la más absoluta anarquía. La influencia de esa psicópata mujerzuela occidental, Jenna Starblade, ha sido un cáncer desde su primera visita. Cometimos un grave error al calificarla como alguien insignificante e ignorar sus "enseñanzas", la experiencia nos ha probado que hasta la más despreciable de las criaturas puede cambiar el curso del río de la historia. Debimos poner fin a sus fechorías a la primera señal de alarma. La aparición de sus ridículas amazonas, las Ganguro, fue una señal tan clara que no debía habernos pasado desapercibida y así hoy pagamos ese fatal descuido viendo su ascensión al poder.

El nuevo y lamentable gobierno de Tokyo.

Los innumerables informes que llegan a la nave nodriza son alarmantes a la par que acuciantes en su petición de auxilio. Las tradiciones, sostén de toda civilización cuerda, son pisoteadas sin pudor alguno. El orden social subvertido. Los alocados jóvenes se vuelcan en placeres autoindulgentes y dan rienda suelta a sus más infantiles aficiones. La decadente música pop suena por doquier. Todo el mundo opina como si su voz poseyera algún valor intrínseco tan sólo por el mero hecho de existir. Un nuevo y demencial gobierno ha sido instaurado. Su primer acto público ha sido declarar la guerra a la organización que represento y en la que milito con orgullo y a nuestros leales aliados de Zeta Reticuli. Para añadir más vergüenza se han puesto a disposición del gaijin más ignominioso que haya conocido jamás, Patrick Von Steiner en medio de una salva de aplausos. las supuestas fuerzas que debían proteger al pueblo japonés han aceptado el cambio de mandatarios bajo la absurda pretensión de estar combatiendo a una amenaza alienígena. Ver tantas películas de serie B les ha secado el cerebro, como por otra parte ya advertía yo hace décadas en mi obra "La Cultura POP, infame destructora de mentes". Aunque me duele reconocerlo, mi tierra se ha convertido en territorio enemigo, que debemos reconquistar parar darle el lugar que merece dentro de la magna utopía que es el Nuevo Mundo. Os aseguro que este reinado de la estulticia y la irresponsabilidad juvenil será efímero.

Así lo promete el honorable Jimmu Togusha

1 comentario:

  1. A joderse toca, Pikachu Togusha. Y tú tranquilo, que te tenemos reservado un saco de ostias como panes sólo para ti. No vayas a ponerte celoso, y creer que todas van para tu "queridísimo" Edward.

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