El asedio de la Legión Ilustrada Entrega I

Resignado a la nada apetecible idea de que nuestro enfrentamiento con la Legión Ilustrada va para largo he optado por crear un nuevo título genérico como el de la sección dominical, tan sólo espero que no alcance un número muy alto. Nada desearía más que poder dedicar mi tiempo a la investigación en vez de a la lucha continua por la libertad de la humanidad. Hace tiempo que no gozamos de una auténtica paz. Los frentes son variados y se multiplican a cada día. Hay rumores de que incluso hasta el mítico reino subterráneo de Agartha han llegado esbirros de la Academia en submarinos modificados. El bloqueo al que estoy sometido en mi propio hogar me ha impedido confirmarlos, envío mis mejores deseos a mi buen amigo Lionel. Plantará cara a esos bellacos y los devolverá a la superficie con el rabo entre las piernas.

Desde la antigua base gris a la que denominan La Fábrica llegan novedades de la antropóloga pop de lo imposible Carman Corrigan, me informa de que la lucha es feroz, se disputa cada metro cuadrado de las instalaciones. Las constantes refriegas le han permitido echar un vistazo a la nueva composición de las filas enemigas. Su ingreso en la Academia ha hecho que a los soldados híbridos creados en los laboratorios grises se les sume la carroña más vil y rastrera, viejos conocidos como las gárgolas han dejado su hábitat natural, los almacenes lóbregos para sembrar el terror en el corazón de los hombres. Termino la crónica de hoy pues diviso por el rabillo del ojo un murciélago de aspecto sospechoso que se ha colado por la chimenea sin activar las defensas. Echo mano tanto de la pistola como del crucifijo pues intuyo que me espera un cara a cara con una criatura sobrenatural.

¡Que Isis nos guíe y proteja!