martes, junio 15, 2010

Poniendo las cartas sobre la mesa

El lamentable departamento de Relaciones Públicas de la Asamblea, que es en realidad un aparato de propaganda de la Academia, ha sacado al "Refugio de la Razón" de su triste letargo para ofrecer una ración de mentiras. Los anónimos escribas que han perpetrado ese texto proclaman una victoria rotunda sobre mi organización para justificar el cese de la hostilidades declarado en la recién celebrada reunión extraordinaria de la Asamblea. No falta el previsible ataque personal, que se cae por su propio peso. Yo soy la que da la cara y firma con su nombre y apellidos. No me escondo, a diferencia de mis enemigos.

La realidad es muy diferente, los socios de la Academia, cansados del inmenso gasto que les estaba suponiendo la Guerra y los escasos avances logrados les forzaron a ponerle fin. Nuestros combates con ese tropel de monstruos y bárbaros que forman la Legión Ilustrada han sido victoriosos en la mayoría de las ocasiones, forzando su retirada cuando no esquilmando sus filas. Hemos tenido pérdidas, algunas dolorosas, soy la primera en reconocerlo. Después de todo hablamos de un guerra de alcance mundial y no de un paseo por el campo.

No he afianzado mi relación con la Resistencia por necesitar un refugio sino para sumar fuerzas contra el enemigo común. Sólo un necio rechazaría tener a su lado a la persona que puso de rodillas al Imperio Gris con la Pandemia Blanca. Ahora que la guerra con la Legión ha concluido es el momento de golpear el corazón mismo de la traicionera Bestia, y junto a la "Genocida" Carman Corrigan es lo que pienso hacer.

¡Sir Edward Holst volverá! Firmado, Ellen Blackmoon

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