miércoles, enero 28, 2009

Combatiendo a la Falsa Academia

Mientras los defensores de la Razón trabajamos en el establecimiento del Nuevo Mundo nos encontramos que hay individuos usurpando nuestra imagen para captar apoyos y fondos. Además están propagando falsedades sobre nuestros objetivos transmitiendo la torticera idea de que hay dos corrientes opuestas en la Academia. Ya os podéis imaginar para quien trabajan y con qué propósito. No aceptan el hecho de que ya no son parte de esta insigne organización. Unos por abandono voluntario y otros por crímenes fiscales probados ante un juez. Para evitar que sigan atentando contra nuestro honor hemos creado un nuevo tipo de identificación que sólo llevarán los auténticos académicos. Además les permitirá acceder a todos nuestros sistemas informáticos según su nivel. Aunque una persona culta es capaz de distinguir con facilidad a esos vulgares impostores recomiendo exigir que muestren el carnet, que estará disponible a lo largo de esta semana.

Por otra parte recibimos noticias y rumores sobre los cabecillas de esa farsa. Parece que la redacción de sus estatutos está creando divisiones en su seno a cuenta de temas como la posición frente a la vida extraterrestre o la postura frente a temas como la magia, de la que se ha declarado fervoroso practicante Anbasa Segad Akinnuoye-Agbaje o la religión, Devi ha resultado ser una politeista convencida. Esas dos salidas del armario no me cogen por sorpresa, era algo que se sospechaba desde hace tiempo. El problema es que van en contra del ideario que supuestamente defienden, una interpretación del mundo basada exclusivamente en la Razón y el método científico.

Según mis fuentes simplificando las discusiones que agitan esa organización no nata la Baronesa Katherine von Sebbetendorf apuesta por atenerse al canon creado por la Academia a lo largo de los siglos con puntuales concesiones apoyadas siempre en hechos comprobables como puede ser la existencia de vida alienígena. En cambio la Condesa de Belmar desea un cambio de paradigma y poco menos que partir de cero, abriendo la mano a "investigadores" que no se ajusten al canon actual. El Marqués de Aymar, que se porta por lo visto como un pelele agradecido de la Condesa está contactando con una pléyade de reconocidos farsantes. Todo vale para recibir su visita: poderes psíquicos, tratamientos mágicos, teorías disparatadas sobre cualquier tema,...

Resultará fascinante seguir ese debate que bien podría liquidar la Falsa Academia antes incluso de que elijan un nombre, ¿no sería maravilloso?


Saludos, Sir Edward Holst.

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