La antaño orgullosa organización conocida como La Academia, en caída libre desde su ignominiosa traición a mi Maestro y sus elevados ideales, ha desaparecido de la zona de los "pozos al infierno", llevándose consigo a sus nuevos reclutas, una tribu de reptilianos subterráneos que se vieron forzados a abandonar su hogar. Nos hemos instalado junto al escueto equipo de la Resistencia que envió el diletante Patrick Von Steiner. Con el frío que cabe esperar de la zona y la época del año y los temblores constantes que causan los gigantescos tentáculos que han brotado por los agujeros, la única persona que parece estar disfrutando la experiencia es mi mano derecha, Arya Darkstorm, que arremete con una felicidad rebosante contra los siniestros apéndices. Me he sumado a ella en alguna ocasión y logré clavarles varios kunais con sensores, pero prefiero estudiar la información junto a la calefacción potente que nos hemos traído. Sospecho que no sólo todas estas extremidades pertenecen al mismo ser y que no es de por aquí y con eso no me refiero a este planeta, sino a esta dimensión. Los datos sugieren que abrió un portal en el interior de nuestro mundo, quedando atascada en el proceso y que está usando los pozos para intentar salir. Queda la duda evidente sobre la naturaleza de sus intenciones, aunque no me hago ilusiones al respecto. Bien podría querer devorarnos. Me sorprendería mucho que viniera a traernos regalos. Ahora mismo pienso en esa criatura como un Kraken interdimensional, la idea de cazarlo la hace una ilusión tremenda a Arya, que no parece ser compartida por el resto de la expedición, que lo ven como un objetivo que se sale de escala.
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