Tras la ignominiosa huida de La Guadaña, las tropas que no fueron encerradas por la brillante antropóloga pop de lo imposible Carman Corrigan, o se han desbandado buscando la salida más rápida del planeta Tierra o se han dirigido de forma más ordenada a mi tierra natal, la única nación a la que no ha llegado la liberación de las garras grises. La sanguinaria Karen Bloodscream mantiene el control de la hermosa y pacífica Suiza con su magia de sangre y la nada velada amenaza de usar el LHC que alberga el CERN como arma de destrucción masima, un peligro mucho más real ahora que sabemos que el bosón de Higgs podría destruir el universo. Sin tiempo de celebrar nuestra victoria en tierras germanas, debemos afrontar este reto. ¡Ánimo compañeros, sólo falta Suiza y la nueva etapa de opresión gris será tan sólo una pesadilla de la que habremos despertado!
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