martes, agosto 24, 2010

El niño que gritó lobo

Un comentario al post en el que la experta en informática Gwen Marsters acusa a esta bitácora de ser ¡tremendista! Perplejo me hallo. Según este lector seríamos como el niñó que gritaba lobo cada dos por tres alarmando a todo el pueblo hasta el punto que cuando sí aparecía el tan anunciado lobo nadie le hacía caso. Me ofende esta insinuación, aquí hemos hecho frente a una Crisis Mundial real, hemos luchado por la libertad de la humanidad, pateamos el culo de los Grises y los enviamos de vuelta al agujero del que en mal día salieron. No somos pusilánimes ansiosos de obtener atención, dispuestos a exagerar el más mínimo atisbo de peligro. No hacemos una montaña de un grano de arena. Somos como los profetas del Antiguo Testamento, exponemos ante la luz de la red de redes las amenazas que nos acechan. Es cierto que no nos andamos con paños calientes y rodeos y me siento orgulloso por eso. Hay que ser claro y directo con la sociedad encallecida en la que vivimos. La existencia de IAs programadas para tomar el control de todos los sistemas informáticos y los vehículos no tripulados es tan cierta como que estoy acampado junto a un pozo, junto a una cabra rediviva cuyo cadáver fue arrojado por un pueblerino. Ahora pasta mansa disfrutando su segunda e inesperada oportunidad.

El investigador está siempre hambriento como un lobo por conseguir nuevas pistas que le lleven más cerca de la Verdad.

Me despido no con una llamada al pánico y el caos sino con un mensaje de esperanza, podemos afrontar este reto planteado por los enemigos de la Verdad y la Libertad, podemos derrotarlos y lo HAREMOS.

¡Por Isis!

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