Una vez más ha pasado una fecha anunciada a bombo y platillo como
el Fin del Mundo y aquí seguimos. Esta vez la excusa para hacer sonar las siempre ominosas trompetas del Apocalipsis era el calendario Maya, o para ser más precisos, uno de los que manejaban. Según unos señalaba el 21 de diciembre como un mero fin de ciclo, según los entusiastas de las catástrofes era el Fin sin más. Los segundos estaban claramente equivocados, como prueba el que esté escribiendo esta entrada, aunque no pocos han hecho negocio a cuenta de esta "profecía". En cuanto a los primeros, está por ver si empieza una nueva era o seguiremos en la misma. Es mi intención que concluya esta era de decadencia cuanto antes, dando comienzo a la auténtica Utopía del Nuevo Mundo. La eterna y finalmente exitosa incursión en terreno enemigo nos acerca un poco más a ese anhelado objetivo y nos devuelve parte de la confianza perdida tras la brutal acometida de la Academia contra nuestras instalaciones. Desde aquí os animo a usar este inicio de ciclo como un punto de apoyo para abandonar las caducas ideas e instituciones que nos han sumido en una crisis económica y social.
¡Por el Nuevo Mundo!,Ellen Blackmoon
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