Bajo un aspecto de calma idílica y bucólica, pueden esconderse realidades escalofriantes, corrientes subterráneas cargadas de secretos sórdidos. Por ejemplo, tenemos a estas encantadoras ovejas pastando tranquilamente o paseando sin rumbo fijo, en lo que parece una estampa rural perfecta para incluir en folletos publicitarios y atraer con ella a los turistas que añoran la calma del campo. Pero no podrían estar más equivocados. Esta imagen de cuento es engañosa, un fragmento poco representativo de la realidad.
La Verdad es que estamos ante la materia prima de los horrendos experimentos en hibridación que alimentan las filas de la letal Legión Ilustrada, el brazo armado de la Academia. Aquí las vemos disfrutando de un rato de paz, antes de ser trasladadas a una gran nave en la que sus cuerpos serán despedazados y recompuestos, mezclándolos con otros animales, humanos y alienígenas, dando como resultado criaturas de pesadilla alimentadas por el Odio y cuya única función es aniquilar a los enemigos de la corrupta Academia, un grupo selecto del que me congratulo de formar parte. Es nuestro deber no sólo exponer esta atroz Verdad sino también poner fin a esta carnicería brutal e inhumana, pues la próxima vez que nos miren esos ojos tiernos, podrían ser desde un cuerpo deforme al que han implantado cañones láser y hojas de acero sarraceno.
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