martes, agosto 23, 2016

Avistamiento en A Lanzada

Retomo la actividad de esta humilde bitácora del pensamiento heterodoxo tras haber disfrutado de unas merecidas vacaciones que coincidieron nada casualmente con los Juegos Olímpicos de Río. Mis colaboradores más cercanos y un servidor disfrutamos de unos días de playa y relax, siguiendo competiciones de deportes que normalmente son ignorados por los medios generalistas. Eso no quiere decir que dejáramos aparcadas nuestras usuales inquietudes. De hecho, regreso con una jugosa revelación sobre una noticia reciente. El artículo, que os animo a leer, habla del avistamiento de "una nube verde con discos rojos en su interior" en A Lanzada, muy cerca de donde pasamos estas jornadas de asueto. Destacan que uno de los testigos es un astrónomo, algo que debería aplacar a las fieras a sueldo de la Academia. Pero, algo más pasó ese día y ese algo es una exclusiva que os traigo hoy. La indudable nave espacial que contemplaron sobrevolando la playa de A Lanzada dejó una parte de su misteriosa carga atrás, con la fortuna de que uno de dichos objetos fue a caer en mis manos en la cercana playa de A Canelas. No negaré que la suerte jugó un papel destacado, pero la suerte en este oficio suele ser la recompensa al trabajo duro. ¿Y qué se dejaron atrás estos visitantes del espacio? La respuesta está en la imagen de a continuación.

La pistola de rayos de Canelas

Los esbirros académicos ya estarán desgañitándose aullando como lobos en celo que el suizo ha encontrado una simple pistola de juguete rota, que es justamente lo que vería cualquier persona que ha sido sometida sistemáticamente a la censura de la corrupta Academia. En cambio, alguien iniciado en la Verdad sabe vislumbrar su verdadera naturaleza. No es coincidencia que este arma fuera encontrada en la misma parte de la playa de Canelas que el ya legendario amuleto del cocodrilo. Tampoco lo que la nave avistada, el cocodrilo y la pistola sean verdes. Depositado con un sorprendente cuidado sobre las rocas, hallé esta pistola de rayos a la que es más que evidente que le falta algo. Me aventuro a decir que se trata de su fuente de energía, pues nadie en su sano juicio dejaría un arma cargada al alcance de una civilización tan atrasada como la nuestra le debe parecer a los extraterrestres que nos visitan con tanta frecuencia. Sin dicha fuente, no pierde del todo su valor pues es otra prueba de que hay mentes pensantes más allá de nuestro planeta, pero sí que deja un enigma. ¿Qué tipo de energía usa? ¿Una pila atómica?, ¿un reactor miniaturizado de fusión nuclear?... Nuestros mayores expertos ya la están estudiando atentamente y esperan tener alguna respuesta pronto. No descarto hacer que vuelva a ser funcional, no nos vendría mal en las inminentes confrontaciones con nuestros traicioneros enemigos.

¡Por Isis!

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