Al principio las palabras de Urkruk Alfa parecen una extraña jerigonza sin pies ni cabaza. Una ensalada de sonidos sin significado. Pero, qué equivocados estamos. No somos nosotros los destinatarios, sino los monolitos. A medida que habla el mutante, los monolitos reaccionan. Unos vibran, algunos cambian de color, otros brillan...Todos reaccionan. No me cabe duda alguna ya de que estamos siendo testigos de una ceremonia. Los Grises se agitan nerviosos. No sé si interpretarlo como una buena o mala señal. ¿Habrá llegado el momento de la Singularidad tan anunciada como anhelada por Elysium? Los tres generales mutantes se unen a su líder a modo de coro. Los hackers de Elysium no nos quitan el ojo de encima. Nin con sus aparatos de control bajan la guardia. Normal dado nuestro historial.
Espera, ocurre algo. Un sonido que viene de fuera. Parece que algo ha roto el aislamiento. ¡Oh Dios mío! ¡Es Isis! Y no viene sola, la acompañan dos guerreras del espacio tan legendarias como ella, Jenna Starblade y Sarah Brightstone. Pero hay más, Isis está proyectando una imagen tridimensional para que podamos ver a un acompañante demasiado pequeño para ser apercibido desde tan lejos. Seguro que ya sabéis quién es. El Capitán Neyyan Skyssain no sólo consiguió escabullirse de nuestros enemigos, sino que ha vuelto con la proverbial caballería. Los mutantes han callado de golpe, poniendo en pausa el ritual y cesando la actividad de los monolitos. Urkruk Alfa mira a Isis. ¿Se avecina un duelo entre una diosa y un aspirante a dios?
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