Matt Welsh aventura en este interesante artículo un cambio radical en el campo de la informática. De escribir programas, se pasaría en un tiempo tan cercano como diez años, a entrenar complejas IAs con ejemplos hasta obtener los resultados deseados. Ahora mismo hay IAs que asisten en la programación, proponiendo líneas de código, pero eso es pecata minuta con lo que se plantea aquí. Como el autor indica, en el futuro el informático sería más un profesor que un programador. El autor se apoya en el rápido avance que ha visto en las capacidades de las IAs y en cómo antaño se pensaba que los informáticos ncesitarían comprender el funcionamiento de los semiconductores para llevar a cabo su trabajo. Una noción desmentida rotundamente por la experiencia. Otra cosa es que el pronósito de Matt Welsh se vaya a cumplir. Un punto a su favor es que la Humanidad, o mejor dicho, ciertas partes de la Humanidad, tienen acceso a tecnología muy avanzada cuya existencia se mantiene en secreto debido a su origen extraterrestre. A medida que avanza la tecnología terrestre, les será más fácil incluir avances que no surgieron de mentes humanas sin desveral su auténtico origen. Mi consejo es esperar y ver, preparados para afrontar los cambios que nos depare el mañana con optimismo razonable, sin dejarse llevar por el lastimero pesimismo de los luditas.
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