sábado, julio 29, 2023

¡Imbéciles!

Sólo un cretino de la talla de Patrick Von Steiner puede pensar que haya salido victorioso de su excursión a Agartha. Si ha regresado ese reino atrasado a su lugar original, no ha sido ni por la intervención del farsante suizo y su lamentable circo ambulante de frikis y anormales ni por el amago de rebelión de la población local encabezada por un pobre enfermo con ínfulas de Rey Filósofo, y mucho menos por la ayuda que presuntamente les ha dado Augustus Severinus Píngolas. Esto último es la prueba definitiva de su necedad. ¿Cómo se pueden fiar de la persona que se encontraron en el lugar donde solía estar Agartha? Alguien que se proclama conspirólogo y maestro del disfraz es cualquier cosa menos fiable. Por si aún no habéis caído en la cuenta, es como mínimo un agente doble.

Desde que escogimos Agartha para que fuera nuestro laboratorio alquímico, sabíamos que nos las tendríamos que ver con Steiner y compañía. Por eso contratamos a Augustus Severinus Píngolas para atrasar lo suficiente al suizo para que cuando asomara su pipa ya hubiéramos terminado nuestra misión, y así ha sido. Mientras nosotros regresamos triunfantes a la excelsa y eterna Academia con la Piedra Filosofal forjada en el corazón de la Tierra, nuestros enemigos se entretenían en una pelela de mentirijilla con unos despojos genéticos y unos mercenarios de segunda. Así de fácil es contentar a esos mentecatos. Además, saben tanto de nosotros como antes de "liberar" Agartha. La imagen que acompaña este artículo podría ser yo, o no. Nunca lo sabréis. Os llevaréis la duda a la tumba.

¡La Academia prevalecerá!

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