Es un hecho de sobras conocido que la Ciencia Oficial va a remolque de la Cultura Pop. No es de extrañar pues mientras la primera carga con los lastres de los pesadísimos dogmas de la corrupta y decadente Academia, la segunda es guiada sin ataduras por la arrolladora fuerza que es la Imaginación. La organización no gubernamental SETI está estudiando el lenguaje de las ballenas para saber cómo detectar formas de comunicación de seres inteligentes no humanos. En esas investigaciones han sido capaces de mantener conversaciones de hasta 20 minutos con ballenas jorobadas. Evidentemente, ya el poder comunicarnos con esos magníficos mamíferos marinos es un gran paso, independientemente de su posible aplicación para hablar con extraterrestres. Lo que rechina es que hayan tardado tanto en emprender esa línea de investigación, cuando la cuarta película de la longeva franquicia Star Trek ya había planteado con eficacia esa idea.
En Star Trek Iv Misión salvar la Tierra, la tripulación de la USS Enterprise viaja a la década los 80 para encontrar una especia de ballenas que sean capaces de responder a la señal enviada por una sonda alienígena y de esa misión depende el futuro de nuestro hogar. Si los científicos que operan dentro de las instituciones oficiales estuvieran más preocupados de avanzar en nuestros conocimientos del Universo que de obtener fondos, estas conversaciones con ballenas serían parte de nuesto día a día, y no algo excepcional. Ojalá no sólo saquen herramientas para comunicarnos con esas formas de vida inteligente alienígena que la pérfida Academia niega con tanta insistencia sino que también presten más atención a la Cultura Op, rico campo de cultivo de hipótesis a explorar.
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