lunes, febrero 03, 2014

¡Liberemos Bélgica!

Tal y como aventuró Karen Bloodscream en su última "intervención" en esta bitácora, los gritos de dolor de las víctimas de sus rituales no sólo no han sido escuchados por los incompetentes gobernantes europeos, sino que han sido sistemáticamente ocultados. La prueba más evidente de esta cobarde estrategia es que no leeréis sobre las tropelías de la Alta Sacerdotisa de los Siete Dolores en ningún otro sitio*. Los medios de comunicación están en manos de políticos y banqueros, y sólo se hacen eco de noticias previamente aprobadas. Da igual que vayan de conservadores que velan por la integridad del sistema o de rebeldes opuestos a los poderes establecidos, es una farsa y su supuesta alineación política es tan solo un papel que interpretar. Pues bien, los que deberían enviar tropas a combatir a los invasores, necesitan ese silencio para colarnos una rendición vergonzante, la entrega de una nación a cambio de vagas promesas de paz. Cualquiera con mínimas nociones de historia sabe que esas promesas serán incumplidas. Es más, en estos mismos momentos, ya preparan su siguiente ofensiva, cuyo objetivo será la vecina Francia, aprovechando entre otras circunstancias proclives que la atención está centrada en la vida amorosa de su presidente.

Ante semejante conjunción de estulticia, maldad y desidia, no nos queda más remedio que dar un paso al frente y tomar la iniciativa. La meta de Los Hijos del Nuevo Mundo es el desarrollo de una Utopía real en la Tierra, de participación voluntaria y que no esté limitada por las arbitrarias fronteras actuales. Los planes de venganza de La Guadaña son incompatibles con ese objetivo. Por eso, yo, Ellen Blackmoon, dirigiré personalmente la campaña para liberar Bélgica de las garras grises. A nuestra eficaz y disciplinada organización, le acompañará ese grupo anárquico conocido como la Resistencia, cuyo peculiar líder es el creador de este diario. Ambos grupos contamos con contactos en Bélgica, que nos pasarán información valiosa de primera mano y, junto a los datos que recabe la tecnomaga griega, nos servirán para crear un retrato exacto de la situación e identificar los puntos débiles del adversario.

¡Por el Nuevo Mundo!, Ellen Blackmoon

* Si encontráis alguna referencia en otro medio, compartidla en los comentarios.

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