El 1 de julio fue descubierto oficialmente el tercer objeto interestelar en nuestro sistema solar. Por su alta velocidad, 60 kilómetros por segundo, se cree que 3I/ATLAS es un visitante de paso, que alcanzará la órbita de Marte y dará media vuelta despidiéndose de nuestro barrio. Estamos ante una reliquia espacial, se estima que podría tener ocho mil millones de años. La Ciencia Oficial querrá hacernos creer que a la fuerza debe tratarse de algo natural, como un cometa, pero uno nunca debe fiarse de los siervos de la corrupta y decadente Academia. Aunque no estuviéramos ante un navío espacial, bien podría albergar vida. ¿Para qué construir una nave cuando uno puede adaptar un objeto espacial y transformarlo en un imponente vehículo. Su trayectoria encaja a la perfercción con la que tomaría una tripulación si quisiera darle un buen vistazo a los planetas de nuestro Sistema Solar. Otro punto a tener en cuenta es que nuestros enemigos podrían haberle reservado un papel en sus planes actuales. Tanto los Grises como la Academia deben ser conscientes de la existencia de 3I/ATLAS desde hace tiempo, y su laboratorio clandestino en el cinturón de asteroides podría ser tan sólo una base intermedia desde la que ir al verdadero campo de pruebas. Sólo el tiempo dirá.
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