martes, diciembre 04, 2007

San José de Cupertino, el fraile volador

"Creerás que un hombre puede volar", así se anunciaba la película de Superman. Lo cierto es que los italianos del siglo XVII no necesitaban más pruebas pues sabían que había un humilde fraile que podía volar. San José de Cupertino, patrón de los aviadores, de los que viajan por el aire, los mentalmente deficientes y los malos estudiantes. Su limitada inteligencia no impidió que hiciera otros prodigios aparte de volar como curar enfermedades.

En este punto pensaréis con razón que me estoy tragando un cuento fabricado por la Iglesia Católica, pero aquí viene lo interesante, ese punto heterodoxo que prueba su autenticidad. Visto el impacto de sus "paseos" fue exiliado una y otra vez lejos de la gente y su contacto con el mundo drásticamente limitado. Incluso la Inquisición lo investigó pero tuvo que reconocer que no había culpa en él.

Esto es sólo un ejemplo de como el misterio impregna nuestra historia, lejos de la monotonía gris que pinta la Academia hay personas con dones extraordinarios entre nosotros, personas a la sque quiero conocer para que no caigan en el olvido.

De este fraile podéis leer una biografía en cómic escrita por el reputado periodista y crítico Rich Johnston, autor de la veterana columna Lying in the gutters, en la que hace un hábil paralelismo del fraile y Superman.




3 comentarios:

  1. wow yo tengo 2 años practicandola pero solo puedo elevarme 20 cm

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  2. Patrick Von Steinerdomingo, julio 03, 2011

    No subestimes tus capacidades, 20 cm tiene un mérito indudable. ¿Posee algún documento gráfico? Sería de gran interés poder observar el proceso de levitación. Si te inquieta convertirte en objetivo de la Academia puedes ocultar tu rostro con una máscara, como han hecho desde finales de los años 30 los superhéroes, con el fin de proteger su identidad civil.
    ¡Por Isis!

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  3. Yo hace 40 años q lo consigo pero saliendo del cuerpo, lo veo, voy a distintos lugares, pero el cuerpo todavia no e podido moverlo. El metodo que uso es la practica del "punto cero". Uso el cuerpo de referencia y me concentro en el hasta que finalmente me "desprendo" y "navego", pero el cuerpo en si todavia no he podido moverlo.

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