La esfera plateada por cuya posesión trababan feroz combate los gigantescos habitantes de esta dimensión ha resultado ser un cebo, un ardid dispuesto por un grupo de cazadores. Se han presentado en plataformas voladoras, son humanoides y llevan armas de energía que envían sus disparos directamente al objetivo, echando mano de las peculiares leyes físicas que rigen este ambiente. Algunas de sus presas parecen reconocerles de anteriores visitas. De momento hemos escogido permanecer al margen, pues ignoramos mucho sobre la relación entre estas dos especies y su papel. Otros aspecto a mencionar es que los cazadores parecen poseer características sobrehumanas dignas de las series de animación japonesa.
¡Por Isis!
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