Mis aliadas pasan por alto los secretos ocultos a plena vista, como tantos otros caminan entre edificios cubiertos de información, información que sólo los iniciados reconocemos como tal. Tomemmos este rostro inquietante, por ejemplo. Un novicio en este campo no le dedicaría más de una mirada y un comentario superficial y erróneo, tomándolo por una decoración siniestra. Un estudioso como este servidor ve en esa cara un sello perturbador, una marca del desasosegante paso de los Grises por la Tierra, y no puede evitar recordar el lúgubre año en el que fuimos sus involuntarios súbditos. Evidentemente, los Hijos del Nuevo Mundo guardan un recuerdo muy diferente de ese período, para ellos fue la cristalización de la Utopía por la que luchan, aunque esta vez sin la intermediación de tiranos alienígenas, afortunadamente para todos.
¡Por Isis!
No hay comentarios:
Publicar un comentario