Siguiendo con el tema de la Inteligencia Artifical como creadora de contenido, me ha parecido interesante mostraros un ejemplo de ilustración empleando una IA. Es la nueva gran polémica tecnológica en Internet tras las criptomonedas y los NFTs. No creo que sean una amenaza a los derechos de los artistas mayor que la que ya suponen otros artistas sin escrúpulos que llegan a calcar trabajos ajenos para venderlos como propios, cuando no se limitan a borrar la firma del autor. Como toda tecnología, si es buena o mala dependerá del usuario. Puede ser una gran herramienta con muchas posibilidades, al permitirnos traducir nuestras ideas a imágenes. Idealmente, uno podría usar estos programas para explorar conceptos, y al dar con uno satisfactorio, acudir a un artista que lo transforma en una genuina obra de arte. De este ejemplo, puedo decir que he quedado satisfecho con el tono inquietante de la imagen. Estamos claramente ante un esbirro particularmente siniestro de los Grises. Aunque es obra por entero de un algoritmo, no me cabe duda de que existen criaturas similares en la realidad. Hipótesis similar a la que ya planteamos con la perturbadora Loab.
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