Tras el explosivo final de la fiesta privada de los Arribistas, retomamos la rutina en esta humilde bitácora con nuestros paseos, siempre atentos a lugares y objetos ocultos a plena vista. Por ejemplo, este curioso dibujo a la entrada de un túnel. ¿Qué indica?, ¿a quién va dirigido? ¿Es un invitación a entrar o una advertencia? Incluso podría ser ambas. Lo primero si uno pertenece a un digamos club selecto, y lo segundo en caso negativo. Con la cantidad de grupos y sectas que se mueven entre la discreción y el oscurantismo, es difícil dilucidar ante qué casuística nos entoncramos. En cualquier caso, no debemos dejarnos llevar por la apariencia inocente del dibujo. Sabemos de sobra que el Mal puede adoptar aspectos agradables e incluso tiernos. Queda anotado como sitio a tener bajo monitorización.
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