miércoles, diciembre 03, 2008

La fuga de Patrick Von Steiner parte 8

La narración del rescate del investigador de lo desconocido Patrick Von Steiner se acerca a su conclusión por lo que ya he empezado a buscar material para los posts siguientes. Puede que ponga más fotos de Ochate, lo seguro es que hablaré de enigmas, el propósito original de esta bitácora. No os lo puedo asegurar ya que he recibido una denuncia por exaltación del terrorismo de quien ya os podéis imaginar. Conociendo a Lord Henry Winter no descarto la posibilidad de que me rete a un duelo. En cuanto al protagonista de esta trama, el señor Steiner ha recibido la visita de su maestro Erich Von Däniken y han comparado notas sobre sus respectivas experiencias en prisión.


Patrick Von Steiner vuelve a ser un hombre libre, que tiemble la Academia.

Reunido con sus principales apoyos tanto en persona como a través de la tecnología de Delos Steiner rápidamente concibió un plan para salir de la isla en dos fases. Al ser él el principal objetivo de la Academia sería el primero en partir atrayendo sobre sí mismo sus sistemas de vigilancia. Detrás quedarían los barcos del Marqués y la mitad de las tropas al cargo del Bardo y el Doctor Abismo. Dicho esto dijo que tenía una cuenta pendiente. El alcaide, el individuo directamente responsable de las condiciones infrahumanas de su encierro. No fue difícil encontrarle, las cobayas del Doctor Abismo conocían la prisión a la perfección, cada recoveco en el que podía esconderse. El suizo le retó a un combate honorable a pesar de la condición de su oponente, que el otro no tuvo más remedio que aceptar pues la alternativa podía ser convertirse en una cobaya más. Por lo que cuentan fue breve e intenso, apenas tuvo oportunidad Steiner de emplear su afamada técnica para para para derrotar a su adversario. Así eliminada la cabeza de la organización de la Academia en la isla de Elba los componentes de Planeta Inquietante afrontaron la siguiente fase de su plan.

Mañana la conclusión.

Un saludo, Gustav Holst

1 comentario:

  1. ¡Qué desfachatez! La verdad, creíamos que se hbía corregido, pero se ve a las claras que es usted de la misma calaña que la pandilla del mercachifle suizo, y por tanto debe correr con la misma suerte.

    Ahora que su hermano no está, otra prueba más de su incompetencia para arreglar este asunto, usted muestra deshinbido su verdadera naturaleza.

    No se preocupe. La reunión excepcional que decida será corta. Como su vida si continúa por esos derroteros.

    ¡Ad maiorem Academia gloriam!

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