jueves, febrero 19, 2009

Los engaños del Liceo

La escasa participación en la encuesta sobre la idoneidad del nombre escogido por la Falsa Academia ha posibilitado la victoria por la mínima de la opción más ridícula. No cabe otra explicación. Esa panda de aristócratas ociosos que dedican su tiempo y los esfuerzos de sus criados a sabotear el progreso de la humanidad no merece ostentar ese nombre, escogido por el gran Aristóteles. Para evitar confusiones me referiré a ellos como el Liceo, pues criminales y sindicatos de tales hay en sobreabundancia.

Es increíblemente fastidioso ver que mientras la gente seria se plantea cuestiones relevantes como la forma de regular el comportamiento de las inteligencias artificiales, que lejos de ser una quimera son una realidad tangible otros se dedican a propagar calumnias ridículas. Apoyándose en fuentes tan poco fiables como la lunática Jenna Starblade el triunvirato que dirige el Liceo está alertando a todo aquel que se rebaja a escucharles contra un "malvado plan para esclavizar a la humanidad". Una burda excusa para reclutar a ignorantes e incautos, para hacer tratos con países tercermundistas y sanear sus cuentas corrientes.

Mi consejo es que evitéis a cualquier que diga ir en nombre del Liceo, no les creáis ni la hora. Viven del engaño, han hecho de la estafa un arte, al igual que el fugitivo Steiner. Los avanzados trabajos en genética que se llevan a cabo en nuestros laboratorios son seguros y están monitorizados continuamente por expertos. Si alguien va a crear atrocidades no seremos nosotros, si queréis ver monstruos horrendo producto de la negligencia más contumaz mirad en el cuchitril en el que el cobarde Marqués tiene "encerrado" al Doctor Abismo. Vuestras pesadillas ganarían en variedad y contundencia.


Saludos, Sir Edward Holst

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