Nuestros intentos de encontrar una solución civilizada a este conflicto han caído en oídos sordos, la sed de sangre ha cegado a los dos bandos, que se acusan mutuamente de incontables crímenes a la vez que irónicamente los cometen. Por si fuera poco cada vez que hemos dado con un alto cargo de Zeta Reticuli dispuesto a negociar un compañero suyo ha caído a manos de los alegres muchachos de Patrick Von Steiner. Así no hay manera. Los supuestos protectores de la humanidad han saboteado todos los conatos de diálogo, sólo quieren destruir al adversario y están dispuestos a sacrificarnos a todos con tal de conseguirlo. Hay que entender dentro de este contexto la infantil pataleta de Carman Corrigan, que no deja de ser una advenediza. Su aportación a la presente batalla ha sido el desencadenante final de la guerra abierta que sacude el mundo en estos momentos. Todos se han sumado a la refriega, desde Lionel y sus colegas de Agartha hasta las criaturas extradimensionales y refuerzos de los Grises, mercenarios metálicos de formas exóticas.
Me niego a seguir contando esta oda a la estulticia en la que se ha convertido la batalla por el Nuevo Mundo, prefiero dedicar mi tiempo a evitar que se consume la extinción de la humanidad, que ha sido mi única meta desde el principio. Afortunadamente Sir Edward Holst causó una impresión grata en Zeta Reticuli que bien podría ser nuestra tabla de salvación. Hablando de mi hermano, está en una instalación médica curándose de sus heridas, en coma reversible. NO creo que llegue a presenciar el final de esta tragedia. Abandono una vez más este blog insatisfecho por mi paso, en el que no podido encauzar hacia fines más constructivos a los salvajes que forman la Resistencia. No acompaño esta entrada con imágenes ni narración de las atrocidades que se están cometiendo como forma de protesta. Estoy muy harto de los adictos a la violencia descerebrada, sus gestas han resultado ser cualquier cosa excepto actos desinteresados por el bien común. Sólo espero que acabe pronto este suplicio y quede vivo alguien para contarlo.
Se despide un decepcionado Gustav Holst
Dime Gustav:
ResponderEliminar¿En qué momento abandonaste la causa de los humanos y te pasaste al bando de tu descarriado hermano mayor?
Es sorprendente tu actitud, viniendo de alguien que luchó codo con codo con la guerrera que ahora llamas asesina, y los aliados de Steiner, por quien antaño entonaste oraciones y ruegos con buenos deseos...
Si sabes qué fue lo que ocurrió entonces en el Gobi, cuéntanoslo; tal vez contribuya a entender esa ira incontenible de los steinitas que tú llamas genocidio.
Más aún, ¿qué fue lo que ocurrió para que hayas dado un giro de 180º amoldándote a los ideales y máximas defendidas por el ala más loca e inhumana (la mayoría de los antiguos regentes conservan muy poco de esa humanidad) de la Academia?
Hablas de crímenes en ambos bandos, pero apenas has mentado las atrocidades de los grises, y en cambio te deleitas maldiciendo el nombre de nuestros amigos.
No me puedo creer que esté diciendo esto, pero: vuelve Gustav. Vuelve y da la cara una última vez.