Disculpad por el retraso

Se ha terminado mi excursión, estoy de vuelta en la Tierra muy viva y muy cabreada, aunque no tanto como cuando volaron medio Buenos Aires con un artefacto nuclear. la miserable trampa que me tendió Zahuliel Ars Brahanda me envió a un lodazal en un dimensión miserable que ya conocía de alguna misión. Matar a las tristes parodias de diablos que lo habitan me ha servido para descargar mi frustración y de penitencia autoimpuesta por haber caído otra vez en el truco de los portales, al menos esta vez no acabé en la órbita de un sol hiperactivo. No hay mucho que contar de mi periplo, la comida era asquerosa, el lugar deprimente, la compañía estaba mejor muerta ( algo de lo que me encargué con gran dedicación) y quería volver pero sólo cuando estuviera cómoda conmigo misma, cosa que ha pasado hoy.

Abrir un portal que me trajera de vuelta no fue muy complicado, al estar en terreno conocido fue relativamente sencillo localizar uno de los templos de esos diablillos purulentos y animarlos a activar una de sus ruedas de transporte para mí. Supongo que el collar de calaveras de sus congéneres fue un aliciente insuperable. Me estoy poniendo al día con lo que ha pasado durante mi ausencia y no gusta lo que veo, el cabrón del Quinto Escuadrón saliéndose con la suya ( mea culpa), al león de Cornualles reclamando la conquista de la Fábrica y a mi buen amigo Steiner sumido en una depresión. Mi primer destino será la Fábrica, quiero averiguar por mí misma qué les ha ocurrido a mi pupila irlandesa, a cierto mercenario yanqui y al resto de nuestros aliados, además, siempre he querido tener una cabeza de león.

¿Me echabais de menos?

¡Por Isis!, Jenna Starblade, guerrera de la Expedición Delos.