NOs llegan noticias muy interesantes sobre el artefacto de Antikythera, una maravilla tecnológica de la que ya hemos hablado en esta bitácora. El uso de técnicas modernas ha permitido extraer nueva información de las partes del mecanismo que fueran rescatadas del mar allá por el 1900. Ni la férrera censura de la corrupta Academia impide que los investigadores más avezados sepamos ver todo el potencial al descubrimiento que recoge este artículo. Un equipo internacional de científicos ha descubierto una serie de inscripciones en el mecanismo de por lo menos dos autores que apuntan a que no era tan sólo un potente calendario astronómico sino que era también empleado para predecir el futuro. Ahí donde los pacatos cientificos, que viven de las subvenciones y por lo tanto con el miedo permanente a terminar viviendo bajo un puente o fregando platos en un tugurio infecto con más ratas que clientes, se niegan a hacer algo más sustancioso que disertar sobre el significado de los colores de los eclipses, yo digo que el Antikytera era una computadora avanzada y que permitía a sus usuarios echar un vistazo al futuro. Quién nos diera ponerle las manos a un ejemplar completo y funcional. Este descubrimiento es otra prueba más de que la Antigüedad esconde avances tecnológicos comparables a los actuales y que la visión incremental, lineal e insultantemente simplista de la Historia es errónea y enormemente dañina, al privarnos del acceso a la tecnología desarrollada por nuestros antepasados con indudable ayuda de civilizaciones extraterrestres.
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