Tras una temporada retirada de la primera línea de esta alocada bitácora, regreso contenta por los avances logrados en la primera generación de las nuevas colonias autosuficientes del Nuevo Mundo. Ya están listas las siete que forman la primera generación. Están en plena fase de pruebas y cuentan con la tripulación esencial para su correcto funcionamiento. También os puedo decir que mi valiosa mano derecha se ha convertido en una experta piloto de su nave, la Stormbringer, que usa para hacer incursiones en terreno enemigo y traerme recuerdos peculiares. Es un hobby de Arya que no me molesta lo más mínimo, es más, me gusta tomar el té contemplando sus trofeos. Pero estas novedades no son el motivo por el que he decidido intervenir, sino las recientes revelaciones hechas por el alocado suizo que dirige este diario.
Tras un peregrinar errático por casa abandonadas e instalaciones de la Academia más o menos secretas, Patrick Von Steiner, con la colaboración de la hacker neoyorquina Gwen Marsters ha dado un paso más en sus teorías sobre el plan de la Academia para erradicar a la mayor parte de la población mundial. Aunque sus métodos son más que discutibles y se apoyan más en la lectura de cómics que en la investigación propiamente dicha, sus conclusiones de que mi antigua organización prepara una nueva clase obrera, extremadamente dócil, y operarios que la manejen con sus poderes psíquicos, no es especialmente chocante y encaja con lo que me esperaba. Quitando la inevitable referencia a la cultura pop, es algo que podría haber escrito sin hacer todos los paseos del suizo. Es más, me gustaría completar sus conclusiones. No es sólo que quieran mano de obra sumisa, también quieren que sea desechable y creada a demanda. Ahí está la clave. Poder encargar obreros de un día para otro a medida, como un traje o un mueble. Y en cuanto ya no se necesite de sus servicios, devolverlo y reciclarlo. Esa es la ventaja con respecto a los esclavos humanos. No hay que esperar a que crezcan, serán creados en masa en laboratorios siguiendo las especificaciones del cliente. No sé si los controlarán esas criaturas mutantes que según Steiner se están desarrollando en casa selladas, mas no me cabe duda de que alguien dictará a estas criaturas obedientes cada acción que deban realizar.
El Nuevo Mundo se opondrá con todas sus fuerzas a este siniestro plan y ofrecerá refugio a todo aquel que decida sumarse a nuestra Utopía. Nunca cederemos ante la Academia, antaño referente del saber, ni ningún enemigo de la humanidad.
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