jueves, agosto 07, 2008

La caída de Patrick Von Steiner

Uno de los efectos más indeseados de internet ha sido la eliminación de cualquier tipo de filtro de calidad, antes los chiflados tenían que imprimirse sus desvaríos y repartirlos en mano a los indefensos viandantes. Otra opción era la famosa autopublicación, que no era sino un eufemismo de estafa. Ahora sin embargo con internet hasta el más tonto hace relojes. Cualquiera se monta su blog con apariencia profesional y puede lanzar al mundo entero lo primero que se le pasa por la cabeza, y no sólo blogs, sino también fotologs o canales de vídeos, en los que demuestran carecer de vergüenza y/o dignidad.

Patrick Von Steiner es el paradigma ideal de ese tipo de chiflados, tras años predicando a la sombra de su meastro de delitos, Erich Von Däniken con libros disparatados cuyos títulos piadosamente omitiré dio salto al internet en el 2006, no se puede decir que fuera un pionero precisamente. Como el mono de imitación que es, si Däniken tenía un parque temático creaba el suyo aunque parezca más una versión psicodélica de la casa de playmobil ( he tenido el dudoso placer de visitarlo) y si el estafador mayor estaba en internet su discípulo no podía ser menos.

El nombre de su blog por cierto es el mismo de se parque temático y describe su anturaleza con un precisión notable y sorprendentemente sincera viniendo de quien viene. Cuando mis colegas me comentaron que Steiner había creado un blog en blogger sólo pensé que era natural en alguien tan vago como él. Como ya he comentado tardé un tiempo en comprender la amenaza que suponía esta plataforma para la locura pero en cuanto fui consciente me puse manos a la obra. Con la ayuda de mis compañeros, algunos de los cuales tomaron un papel activo en esta bitácora empecé a juntar el material necesario para anular a este peligroso criminal.

La verdad es que lo puso en bandeja, con tramas cada vez más fantásticas se fue distanciando de la realidad hasta un punto sin retorno pasando a vivir en su mundo virtual ajeno a los procesos judiciales que se iniciaban contra su organización. Sus lectores se van a llevar muchas sorpresas a medida que vaya desvelando lo que pasaba mientras su héroe viajaba a otras dimensiones, seducía a hadas alienígenas y combatía una invasión. Los cargos que ha ido acumulando en su carrera de "investigador" son la mejor garantía de que no tendremos que volver a soportar sus tergiversaciones obscenas ni sus saqueos indisimulados de obras de ficción.

Como acusación particular he pedido que no se le permita volver a escribir sobre la imaginaria Expedición Delos ni ninguno de sus otros temas favoritos, especialmente ahora con la negociación con los "Grises" en marcha. Cada día estoy más convencido de que para publicar en cualquier medio debería ser requisitio obligatorio un carnet por puntos similar al de conducir que concedería un comité de sabios tras una prueba objetiva y rigurosa en la que se evaluarían cosas tan elementales como la cordura del sujeto. Así nos libraríamos de la inmensa cantidad basura que satura no sólo internet sino el mundo, eso sí es contaminación.

Atentamente, Sir Edward Holst.

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