martes, marzo 10, 2009

Desenmascarando a los farsantes: Cursos absurdos

En mis paseos por Santiago de Compostela suelo toparme con un tipo de contaminación visual particularmente molesta y me atrevería decir que es una tendencia que ha exacerbado la crisis, carteles horteras que anuncian cursos en los que mezclan sin impunidad psicología de libro de saldo de autoayuda con el esoterismo más "New Age". Una combinación abominable que funciona como imán para los analfabetos funcionales que deambulan por las calles en busca de un gurú que les diga qué hacer de sus lastimosas vidas. Os dejo dos ejemplos cogidos al azar, si consigo que alguna de sus víctimas potenciales se salve de caer en sus redes habrá servido para algo este post.


Que joya, señores, y no se pierdan el unicornio, símbolo recurrente de esta tropa de anormales con mucha imaginación para el delito y poca vergüenza. Pobres aquellos que esperen viajar a otros planos de realidad en esa "conferencia", a menos que lo que busquen sea una buena siesta, en cuyo caso es una opción muy acertada.

¿Nacer alquímico? ¿Estará metido en este vulgar timo el mejor amigo de las viudas ricas y desconsoladas, el extremadamente cobarde y amanerado Marqués de Aymar? Su participación añadiría un innegable punto de interés, especialmente si participa en la parte "práctica".


Saludos, Sir Edward Holst

4 comentarios:

  1. Está claro que tiene una idea muy equivocada de lo que cree que son estos "cursos". Sepa usted que todo el mundo tiene derecho a redescubrirse a sí mismo, y que sería una necedad negar el consuelo espiritual a cualquier persona que lo necesite. De hecho, le recuerdo que no es la primera vez que le ofrezco este tipo de terapia.

    De todos modos, he de aclarar que ya no imparto, al menos personalmente, este tipo de seminarios. Hay que saber delegar responsabilidades.

    Una cosa más antes de despedirme. Debería probar eso del nacer alquímico antes de criticarlo.

    ¡Por el Tres Veces Grande!

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  2. Es un proceso automática a la par que fascinante, menciono a su bajeza real y acude presto a defender su imagen, como si no le conociéramos ya de sobras a estas alturas. Esos cursos son timos de bajo nivel, y lo sé porque el inconsciente de mi hermano ha participado en varios. De hecho, fue a él al que le ofreciste la "terapia". Entiendo eso sí que su "larga" vida haya hecho mella en su memoria y se vea obligado a delegar las estafas en subordinados que puedan soltar de memoria el discurso.

    En cuanto al nacer alquímico he visto sus funestos efectos en personas normales, o que por lo menos lo eran hasta ese trágico momento y me quitó cualquier interés por mínimo que fuera de indagar en esa rama de la superchería.

    Sepa que como consejero del Liceo está en mi lista de objetivos y esta vez no seré tan compasivo como cuando encerré al apestoso suizo en la isla de Elba.

    Cuídese las espaldas, aristócrata arribista de salón, pues nunca se sabe de donde podría venirle el próximo ataque. No debería fiarse de sus amiguitos, se lo dice alguien que los conoce bastante bien.

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  3. Parece que le molesta que venga a defender mi honor, pues aún lo conservo. Entiendo que no es su caso. Digamos que lo que más lo mueve es, como dijera el doctor Freud en su tiempo, ego.
    No crea que le doy como causa perdida, válgame Dios. Ya caerá de esa nube en la que vive tan ampulosamente (¿o era un ovni de Zeta Reticuli?).

    No tenga envidia de su hermano porque éste haya tenido la valentía de ampliar sus horizontes, por tener su mente abierta, y por tener la curiosidad de un genio científico (aunque me consta que se ha empeñado en sabotearla a lo largo de su corta vida).

    Dice que ha visto los efectos de terapias como el nacer alquímico y sus supuestas funestas consecuencias. Estoy seguro que toda la información que tiene sobre el tema es un ridículo dosier, con fotos sacadas de contexto.

    Sepa que no le tengo miedo. Ni a usted ni a sus amenazas. Y menos aún a las ridículas insinuaciones de tración. ¿Cómo era el dicho? Cree el ladrón que son todos de su misma condición.

    Ya por último, le recuerdo que no está luchando contra el grupo de Patrick von Steiner. Está luchando conra la Verdad. Y le aseguro que la Verdad prevalecerá.

    ¡Por el Tres Veces Grande!

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  4. El tiempo dará y quitará razones mas cuando veo a un piltrafilla como usted, que sobrevive como un vulgar parásito, apelar a la sacrosanta Verdad me entra la risa, ¿qué sabrá usted de algo tan elevado y puro? Una criatura de su ralea vive y medra entre las sombras, los cuentos y las leyendas son sus mantas, la ingenuidad de la gente su alimento; la Verdad es su enemigo natural, una luz tan intensa que le quema.
    No poseo un dossier sobre las víctimas de esos cursos, ya me gustaría, sino un archivo entero confeccionado gracias a la colaboración de las familias afectadas que llevan un día tras otro a criminales de su clase ante la justicia, y escribo esta palabra en minúsculas pues lo que suelen encontrar son trampas legales que protegen al ofensor y vejan al inocente. En el Nuevo Mundo eso va a cambiar. Vaya haciendo su testamento, así nos ahorramos el papeleo.

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