miércoles, abril 08, 2009

Desenmascarando frasantes: Gavin Menzies

Una de las consecuencias más despreciables del inconsciente movimiento hippy, el mayo del 68 y demás tonterías pseudorevolucionarias producto de una mezcla explosiva de hormonas y sustancias adictivas fue la exaltación ilimitada de la imaginación, que llevó a varias generaciones a sumergirse en la mística oriental y en general, en cualquier cosa que sonara esotérica dejando de lado la Razón y el sentido común. De pronto términos despectivos hasta entonces como heterodoxo o libertino se convirtieron en halagos, al igual que la no pertenecencia a un organismo serio y reglado como la Academia o la carencia de la más mínima formación intelectual. Cualquier persona podía acceder al conocimiento por los medios más variopintos que concibiera la mente humana bajo influencias nada positivas, añadiría. ¿Cómo si no se explica el estomagante éxito de un hostelero metido a "arqueólogo"? ¿O el de sus seguidores, que se multiplicaron cual plaga de langostas.

Gavin Mezies no es más que otro nombre que sumar a la lista de farsantes que partiendo de unos conocimientos superficiales en el mejor de los casos montan teorías epatantes.Este individuo, un intruso en el respetable campo de la Historia, atribuye a China todos los avances que propiciaron el Renacimiento. Lo único sólido es su punto de partida, la construcción de una gran flota naval en el siglo XV.El resto es el ya conocido método de construir castillos en el aire fabricando prueba sobre la marcha a base de interpretaciones libres o mentiras sin más. Evitad su nuevo libre, 1434, como la peste. Los chinos no necesitan que un feriante de medio pelo exagere sus logros, despojándolos de su auténtico ( por verificado) valor. Uno por uno debemos arrinconar a estos enemigos del Conocimiento y arrojarlos a los tinieblas.


Saludos, Sir Edward Holst

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