Os traigo nuevas pruebas de los oscuros tejemanejes de la Academia para mantener a la humanidad sumisa y sin esperanzas, despojada de toda ilusión bajo la falsa creencia en una realidad áspera y gris.
- A través del director del museo hizo retirar la ilustración de un bisonte de una de las paredes del complejo subterráneo pues echaba por tierra su datación del mismo ya que esa especia estaba extinta en aquella época. ¿Cómo podían conocer esa especie si no habían visto ningún ejemplar vivo?
- Sellaron el Hipogeo de Santa Lucía y permitieron que se construyera encima un cementerio, una estrategia maquiavélica para evitar cualquier clase de investigación. ¿Quién se expondría a ser tachado de profanador de tumbas, tumbas del todo inocentes de las maldades académicas?
- Hicieron que un templo subterráneo, en la cercana isla de Gozo fuera olvidado durante un siglo, desde 1820 hasta 1964 y sólo se puedo volver a excavar en 1994. Nada casualmente una parte importante fue destruida en ese lapso de tiempo.
La iniquidad de la Academia ha destrozado sin remedio incontables lugares de valor incalculable y seguirá haciéndolo desde su posición de privilegio en la Asamblea, una macro-organización de fines más que sospechosos. No basta con vigilarla como ya hace el buen marqués sino que hay que plantarle cara y ahí entra nuestro acuerdo firmado con los Hijos del Nuevo Mundo. Ni somos ni seremos aliados pero tenemos un enemigo común, nuestro enfrentamiento quedará aplazado al día en el que caiga la Asamblea.
¡Por Isis!
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