Desde el momento en que empecé la búsqueda de la líder del Hijos del Nuevo Mundo sabía que había una elevada probabilidad de que tuviera que negociar con ella. Con esa eventualidad en mente Patrick Von Steiner me dio plenos poderes como representante de la Resistencia y confió en mi buen juicio. Una gran responsabilidad parecida a la que tuve cuando desarrollé la Pandemia Blanca para expulsar a los Grises. Con la copa de vino en las manos, una bebida de buena añada y libre de tóxicos y los trucos habituales, no por nada recibí entrenamiento en venenos de los rosacruces, empezamos un tira y afloja. Cómo garantizar que nuestros caminos no se cruzarían era la clave, su principal interés es preparar el regreso triunfal de su amo y señor mientras que el nuestro es revelar la Verdad. Su Nuevo Mundo chocó directamente con nosotros y nada nos garantizaba que no volviera a ocurrir más teniendo en cuenta nuestros enfrentamientos previos con el Usurpador.
Experta en química por la "escuela invisible".
Comprendiendo que esa vía estaba bloqueada decidimos aparcarlo momentáneamente y pasar al otro gran punto, nuestro presunto enemigo común, la Asamblea. ¿Era realmente el enemigo común que creíamos? Ellen Blakcmoon los describió como un hatajo de burócratas y nobles cobardes que escondidos tras un ejército de híbridos y criaturas fantásticas pretenden regir la Tierra y dictar lo que es real y forma parte de la Historia oficial. Dentro de su recuente de los hechos el Nuevo Mundo fue un fallo garrafal y su creador un loco que usó la Academia para sus planes megalomaníacos arrastrando en su inevitable caída a sabios honorables como Jimmu Togusha. Si eso no fuera bastante teníamos su famoso segundo objetivo ("Neutralizar a los elementos díscolos que amenazan la Paz.") que nos ponía a ambas organizaciones en su punto de mira.
Con este sello...
A partir de ese lugar común no fue difícil llegar a un acuerdo de mínimos, no somos aliados ni compartimos más intereses que parar los pies a la Asamblea. Se declara un alto al fuego entre ambas organizaciones y una cierta colaboración en casos muy delimitados, desde luego no vamos a ayudarles a reinstaurar la Utopía holstiana. Su prisionero, mi compañero Bad Wolf, fue liberado un par de días después de la reunión. Así pues empieza una nueva etapa en nuestro particular drama, ahora le toca mover pieza a la Asamblea. Si no nos atacan nosotros seguiremos con nuestras labores de investigación, nuestra auténtica ocupación y razón de ser de Planeta Inquietante, aunque a veces pueda parecer que en realidad somos superhéroes protegiendo la Tierra de invasiones alienígenas y de organizaciones siniestras.
Una saludo pop de Carman Corrigan, ¡Por Isis!
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