Iba a titular esta entrada mirando con preocupación desde Daikokuten, pero con asombro es más correcto. En esta colonia espacial autónoma, símbolo del poderío tecnológico de Los Hijos del Nuevo Mundo estamos realmente asombrados ante lo que nos parece más un sainete o culebrón que una saga épica. Mientras Thaezot Striga, la Estrella del Ocaso continua en paradero desconocido, la atención de esta bitácora, sus amigos y enemigos está centrada en el pique entre ese Mortadelo de nombre latino ( yo también sé hacer referencias friquis) y un grupo de académicos con nombres basados en animales, que no sé cómo tomarme. Lo único que tengo claro es que nosotros no podemos seguir al margen, y tal como aventuró el suizo, vamos a participar en este fregado. Así que estad atentos, porque pronto moveremos pieza.
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