¡Albricias! La intrépida ciber guerrera Alice está de vuelta con nosotros. Fijar el lugar y el momento para el intercambio entre los Hijos del Nuevo Mundo y los Arribistas no fe nada fácil. A la natural desconfianza mútua entre enemigos, se le añadió en este caso la presión ejercida tanto por la corrupta y decadente Academia como por parte de los Grises, ese imperio galático de contumaces parásitos. No se han tomado bien precisamente la perdida de su infame cubil. Pero lo importante es que el intercambio tuvo lugar. Ahora los Arribistas vuelven estar juntos y con la misma obsesión, la Piedra Filosofal. Nosotros en cambio, estamos exultantes al tener una vez más a nuestro lado a nuestra amiga Alice.
Su papel en esta aventura fue clave. Aunque no ejerció directamente sus dotes de hacker para extraer la localización de la base clandestina, sí expuso a nuestr ciber equipo, encabezado por la Tecnomaga del Bronx Gwen Marsters, los puntos débiles de su sistema. Ejerció de distracción para los Arribistas que acompañaban a Fénix Ascendiente. Mientras no le quitaban el ojo de encima, controlando el mínimo gesto, nosotros entrábamos en su sistema informática y aparte de obtener información, trasteamos un poco con lo que recibían sus sensores. Todo es hizo posible la jugada maestra con la que Arya Darkstorm se plantó en el laboratorio clandestino y puso fin a los experimentos aberrantes de grises y académicos. Ahora sí podemos poner rumbo a la Tierra, devolver a los rehenes a sus hogares cuando sea posible o algún lugar seguro cuando no. Este mes ya tiene mejor pinta.
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