Dado el papel decisivo que jugó la Diosa Hiliana en la revelación de la campaña de secuestros orquestada por los mezquinos académicos y grises, es natural que celebremos la liberación de los rehenes y nuestro regreso a la Tierra con ella en su páis, Grecia, que también es el hogar de una parte de los rehenes. Haciendo honor a su condición divina, no sólo ha sido una magnífica anfitriona, organizando una fiesta por todo lo alto, sino que también ha usado sus vastos poderes para restaurar la salud de los rehenes, que no tuvieron una vida fácil en ese tugurio clandestino que les deparaba una final peor que la muerte. Ahora pueden disfrutar de la Libertad en un entorno paradisíaco y recordar ese maravilloso sentimiento que es la Felicidad. No dudéis en imitarnos, hay que aprovechar cada oportunidad, pues uno nunca sabe que le aguarda al día siguiente, a veces ni siquiera ese mismo día.
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