miércoles, junio 18, 2008

Crisis Mundial: Encrucijada moral

Tras la pausa para comentar el resultado de la encuesta, que jamás será una excusa para dar por sentada la victoria y cruzarnos de brazos retomo el seguimiento de la trepidante Crisis Mundial. Los últimos acontecimientos me han dejado ante una encrucijada moral.

Por lo pronto hay rumores de que los Grises y los traidores han enviado tropas a la Antártida a desenterrar una armada de una raza extinguida por los Grises, bajo el hielo estarían los restos de su ejército. Su objetivo no sería tanto sumar su potencia de fuego a sus filas como evitar que nosotros lo hagamos. Los componentes de Hazlo Como Puedas ya están en marcha para investigarlo. Deberán evitar los controles de los Grises, que afortunadamente están ocupados tras la destrucción de sus arañas/tanques. Seguramente estén preparando su revancha contra mis aliados de la Luna. Lo cual me recuerda que Prometheo sigue siendo evasivo a la hora de explicar su repentina partida de Zyga'Rhon. Me pregunto que estará planeando, espero que sea una señal de que la Expedición Delos tomará un papel activo.

Mis contactos me han confirmado que el Doctor Abismo era prisionero de la Falsa Academia. ERA, pasado y ahí es donde empieza la encrucijada moral pues he descubierto que el plan de Sir Edward Holst no era obtener los planos del rayo de la fatalidad sino provocar la ira del Doctor Abismo y soltarlo como la fuerza primitiva que es aumentando el caos. Para ello le encerraron en un celda minúscula y con el póster de Nicola Tesla como única compañía le contaron que era uno más de una serie de experimentos para injertar materiales inorgánicos en cuerpos humanos y que él era un voluntario más que firmó alegremente para ser parte del siguiente paso evolutivo.

Ese ataque directo a su tan valorada unicidad provocó que en su furia mostrara su auténtico aspecto, el Doctor Abismo no es humano ni producto de la ciencia, es un ser primordial que se muestra en nuestro plano como un hombre con una máscara antigas. Sólo el Marqués de Aymar fue capaz de doblegar su voluntad y los guardianes asignados a su vigilancia no le llegaban ni a la suela de los zapatos. Eran sacrificios de la Falsa Academia al Caos, el Doctor Abismo rasgó el tejido de la realidad cegándolos con su verdadera forma, algo tan monstruoso que no hay palabras para describirlo.

Ahí dio comienzo una ordalía de sangre que aún continúa pues tras liquidar a todo académico que había en la sede en la que o retenían ha proseguido su matanza implacable sin hacer distinciones a la hora de sumar nuevas bajas. Dicen aquellos que han sobrevivido a su paso que clamaba contra la traicionera Academia haciendo mención a unos votos sagrados que habrían sido violados.

La duda que se me plantea es qué hacer ahora, dudo que ninguno de nosotros pueda detener a ese agente del caos. Con el Marqués de Aymar atrapado en Agartha la lista de posibles aliados a los que recurrir con el poder necesario se acorta: ¿miembros de la Expedición Delos?, ¿alguien de la Verdadera Academia? El Bibliotecario está estudiando el tema con escepticismo pues cree que deberíamos centrar nuestra atención en otros frentes. ¿Qué opináis, queridos lectores? ¿Debo detener al Doctor Abismo o centrarme en frenar a los Grises? Temo que el tiempo para tomar decisiones se me acaba y el Torneo de los Regentes está al caer.

¡Que Isis nos guíe y proteja!

2 comentarios:

  1. Creo que está bastante claro. El Dr. Abismo es una verdadera amenaza, sí, pero ahora tiene como objetivo la Academia, aunque sea la falsa, y gracias a un engaño.
    Utiliza las armas de tu enemigo. El Dr. Abismo no es tonto, y tiene su orgullo. Si descubriera que Sir Edward Holst lo ha engañado y utilizado...
    Sólo tienes que mostrarle el camino.

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  2. ¡Valla toalla (con el Tiburón Canalla)!

    Los villanos abundan por doquier. Este antro de inmundicia antirracional, de infantil pánico al logos primordial, de antiacademicismo recalcitrante, de pataletas pseudointelectualoides, de investigadores de boina, y refugio de palurdos de villaprofunda…da cabida a todo tipo de animales, cada cual peor, como una horda de perros hambrientos que sólo responden ante el más fuerte de entre los de su ralea. Asco me dais.

    Normalmente empeñaría mi tiempo en poner verde al cabecilla de este montaje, el malnacido Steiner y la pandilla de secuaces que le acompañadas en sus fechorías, pero un acontecimiento impensable y vergonzoso que ha tenido lugar en los últimos días, me obliga a poner, aquí y ahora, un PUNTO Y FINAL.

    Ha aparecido un animal de otra especie, rastrero e innoble ¿Cómo osa ese pescadito canallesco proclamar a los cuatro vientos el estigma y vergüenza que sacude a nuestra noble Academia?

    Sus bufidos envilecen la gloria de la Academia, la misma que un día juró proteger y preservar, y que ahora, en su frágil desnudez, posiciona sin decoro alguno al lado de esos “grises”, privándola por completo de la excelencia que siempre la caracterizó y distinguió de patanes y mercachifles como los que hasta ahora combatíamos, purgábamos, y que firman sin pudor las habituales crónicas de este apestoso blog. Su encendida defensa de su postura, que enfrenta por completo los valores y máximas sobre las que se sustenta nuestra amada Academia, ofrece muestras inequívocas de su injustificada beligerancia y raquitismo cerebral. ¿Dónde ha caído el legendario orgullo de la Academia, para Aliarse con los, así denominados, “grises”? Y lo que sin duda es peor: ¿cómo, estos traidores, nos han empujado, con su sucia maniobra, a aliarnos con la chusma que hasta ahora repudiábamos? Estúpido Tiburón: son días oscuros para la Academia, sí, pero no para la empresa que tú propugnas, pendejo bujarrón, sino para la digna institución que algunos defendemos.

    En cuanto a los “aliados” de Patrick, poco o nada hay que decir. Vuestras constantes payasadas son el arma más eficaz para desarmaros. El último video parece una escena mal grabada de una producción amateur de porno gay, protagonizada por los tres mosqueteros pitopáusicos. No me atrevería a afirmar que se trate del precalentamiento…, porque viendo – como bien han apuntado – las caras de palo de Mr. Steiner y el otro fulano y lo rígidos que se han quedado, todo parece apuntar a que el Bibliotecario les ha ensartado a gusto. Aprieten bien el culo, señores, pues ya se sabe que en la cárcel y en la guerra… (y el Bibliotecario tiene cara de querer más).

    Háganme un favor, y mátense los unos a los otros. Por el bien del mundo.

    ¡Larga vida a la Academia!

    El Paladín de la Academia

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