lunes, octubre 20, 2008

Propuestas para un Nuevo Mundo: Partidos políticos y lobbies

Bajo la mascarada de la democracia universal se esconden dos sistemas paralelos e interconectados en perfecta simbiosis: los partidos políticos y los lobbies, a los sindicatos los considero dentro de este segundo grupo. Los partidos políticos son estructuras arcaicas que afirman defender unas ideologías cuando en realidad sirven a unos intereses mucho más tangibles y no les culpo por ello. Si la gente los financiara por completo mediante la afiliación o los impuestos no se verían obligados a endeudarse con los bancos y otras empresas. Queremos partidos, sindicatos y todo tipo de organizaciones pero no queremos soltar un duro de forma consciente al menos, en la renta se lo damos al Estado a regañadientes sin saber a donde irá. Reclamamos campañas costosas para que movamos el culo hasta la urna y la mayoría ni se molesta en leer un tríptico para saber qué va a votar. Luego se escandalizan al descubrir que los políticos que ellos eligen sirven a los que mantienen este chiringuito. Los lobbies por su parte ejercen muchísimo más eficazmente de representantes de sus sectores impulsando medidas reales que les beneficien y no discursos vacuos llenos de promesas.

La pregunta es ¿hay cabida para ellos en el Nuevo Mundo? Yo digo que no, los partidos son coladeros para inútiles y enchufados que medran gracias a su completo servilismo y los lobbies no dejan de ser dudosamente legales, especialmente cuando manipulan los hechos para que el parlamente de turno saque una ley que sea de su agrado. En el Nuevo Mundo cada elector y/o representante escogido debe ser capaz de tener una posición propia y no ir como un borrego siguiendo al líder de su formación o al lobbie que le paga sus excesos. Su meta debe ser la mejora del ser humano y el planeta que habitamos, no el enriquecimiento a corto plazo de unos cuantos avispados. Los votantes, de entre los cuales saldrán los escogidos para ocupar cargos públicos serán tratados como iguales, pues todos habrán pasado la misma prueba y estarán ahí por sus méritos propios. Así también se les votará por sus cualidades y sus propuestas, y no por ese miserable gregarismo que lleva a votar al que se presente bajo unos determinados colores aunque se le desprecie o simplemente se ignoren sus méritos, de tenerlos. Esto también permitirñá la colaboración entre representantes libres de las ataduras de la disciplina de partido. Un aspecto poco democrático de los partidos y que consolida su esquema piramidal de poder.

En el Nuevo Mundo no habrá lugar para las formaciones políticas, es hora de que los seres humanos capacitados para decidir el rumbo de la historia maduren y dejen de esconderse tras siglas y pensadores muertos. No podemos cambiar un libro sagrado por otro. No pasamos por la Ilustración para acabar rindiendo pleitesía a unos carneros de plata. Y eso es justamente en lo que se han convertido las ideologías. En vez de adpatarse a la realidad que dicen querer explicar sus seguidores hacen justamente lo contrario, toman aquello que encaja en sus planteamientos e ignoran el resto. Esto último me llevará a la siguiente entrega en la que abordaré el sistema económico, que pasa por uno de sus momentos más críticos.


Atentamente, Sir Edward Holst

PD Ya hemos recibido miles de llamadas interesándose por la Prueba de Validación Universal, ahora mismo nuestro principales expertos la están desarrollando. Es un trabajo lento y complejo medir el potencial humano buscando los criterios más objetivos y claros posibles. Es una tarea titánica de la que nos sentimos especialmente orgullosos.


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