Las miserables alimañas de la mezquina máquina del Mal, la siempre tenebrosa Academia, aprovecharon que estábamos ocupados en un sutil intercambio de pareados libres en latín para dar luz verde al funesto lanzamiento de la misión LCROSS. La multitud de gente honesta que ha acudido a mi llamada ha conseguido retrasarlo mas no ha podido detenerlo. Mi digno contrincante, el Doctor Cosmos, profundamente ofendido al ver como sus supuestos compañeros de fatigas recurría a todo tipo de oscuras artimañas para apartar de la pista de lanzamiento a los manifestantes, que ejercían su derecho, decidió declarar terminado nuestro duelo sin dar un ganador pero sí una resolución unívoca, ayudarme a evitar un delito cósmico. Ahora mismo vamos a tomar una nave prestada a la NASA para interceptar al vehículo que transporta la bomba. Debemos darnos prisa. Será una carrera a vida o muerte. Aún podemos ver a nuestro enemigos dirigiéndose con intenciones maléficas a la Luna, el humo negro que dejan atrás es una metáfora clara de su filiación.
¡Por Isis!
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