Nuestro trabajo concienzudo ha tenido recompensa, los orbes han "cobrado vida". Primero han levitado, luego han formado una serie de figuras geométricas tridimensionales y han empezado a girar, transformando las figuras a un ritmo increíble. No tardamos en descubrir el objetivo de este sorprendente frenesí, pues un holograma ocupó buena parte de la excavación y vimos un mensaje enviada desde el pasado, en el que se nos alerta de varias amenazas a la especie humana, algunas ya las hemos superado pero otras son aún desconocidas. Especialmente una, una criatura envuelta en sombras con seis brazos que terminan en guadañas. El holograma se centró en ella y parecía que era su cercanía lo que lo había activado. Creo que dentro del software distribuido almacenado en los orbes, hay un sistema de alerta de amenazas, que no había sido consultado en mucho tiempo, y que sin duda fue clave en el abandono de la ciudad. Con este hallazgo doy por finalizada la investigación de campo de los orbes. Ahora debo volver a mi hogar en Suiza para desentrañar la identidad de la nueva y ominosa amenaza.
¡Por Isis!
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