martes, noviembre 18, 2008

¿Muerte o exilio?

Esa es la elección que planteará el tribunal designado a medias por la insigne organización de la que formo parte y por el gobierno de Zeta Reticuli al vil Patrick Von Steiner. Los crímenes cometidos personalmente por él y los que ha inspirado su obra le convierten en una amenaza a erradicar. En el nuevo mundo no hay lugar para esa clase de calaña, que se alimenta de la credulidad del rebaño. Esta es la noticia que anunciaba la semana pasada, tras la presentación en sociedad de nuestros vecinos de las estrellas han tomado posiciones en nuestro planeta, entre las cuales está el tribunal que juzga a este impenitente criminal.

Caronte, que nombre tan deliciosamente apropiado.

Su deseo, perfectamente razonable por otra parte, era ejecutarlo pero nuestra misericordiosa mediación ha logrado una alternativa menos tajante. Si renuncia públicamente a sus fraudulentas teorías y ordena a sus lacayos la rendición incondicional pasará el resto de su vida en una prisión subterránea de Caronte, el "satélite" de Plutón, que dirige una inteligencia artificial muy severa. Es el destino de los criminales que están más allá de la redención. Aún así, conociendo el complejo ritual que emplean en Zeta Reticuli para ejecutar a sus peores enemigos lo que le ofrecemos es una luna de miel en comparación. Pero esta oferta tiene caducidad y más sabiendo que sus adláteres planean algo en concomitancia con él. Si al terminar esta semana no ha rectificado, su destino será el cadalso. Solo ante sus víctimas recibirá el castigo definitivo, nadie cubrirá ese evento y caerá muy pronto en el olvido. Los mediocres no merecen más. No queremos convertirle en un mártir cuyos delirios le sobrevivan. Queremos que termine sus días como el miserable parásito que es, solo, despojado de todas sus posesiones, sabiendo que sus aliados compartirán su destino.


Atentamente, Sir Edward Holst

3 comentarios:

  1. En el más oscuro abismo del espacio la luz de las estrellas nos recuerda que aún hay posibilidades para el optimismo. Hasta en las más profundas tinieblas brilla con firmeza la tenue luz de la esperanza.

    ¡Multiplícate por cero, Edward Holst!

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  2. Desconozco que sustancias alucinógenas consume pero le aconsejo que prosiga con su ingesta e incluso aumente la dosis, así le será menos doloroso el destino que le espera. Le tenemos localizado y bastaría pulsar un botón para que vaya a hacer compañía a los mercenarios de Hazlo Como Puedas, así que disfrute su odisea espacial mientras pueda.

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  3. Aunque la festividad ya ha pasado y este año viene con un poco de retraso... A todo porco lle chega o seu San Martiño.

    Bye-bye Holst

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