Mientras la Resistencia se enfrente con arrojo a las huestes de la Academia nuestro efímero aliado el Liceo lleva a cabo movimientos sospechosos tras los cuales se ocultaba un terrible secreto, quedan media docena de habitantes de Zeta Reticuli. Perversos científicos todos ellos, se negaron a abandonar la Tierra a pesar de estar afectados por la Pandemia Blanca, la brillante creación de la aventurera irlandesa Carman Corrigan. En vez de eso se escondieron y construyeron aparatosos trajes de soporte vital que alargan sus mezquinas vidas, ahora viven en un lujoso edificio de Berlín, rodeados por personal de la Academia y del Liceo. Esta revelación, conseguida gracias a Lady Atalanta, desmonta el contenido del comunicado con el que concluyó la tregua y se presentó la Legión Ilustrada. Si han vuelto a una posición anti-alienígena ¿por qué tratan a esa escoria invasora como invitados de lujo?, ¿qué están negociando con esas criaturas carentes de escrúpulos?
Ni un paso atrás.
Afortunadamente el Teslascopio ha dado nuevo vigor a nuestra lucha contra el Mal y hemos hecho retorceder en varios frentes a la impía legión. Lionel me informa desde Agartha que ningñún bellaco ha podido mancillar el suelo sagrado de su reino. Caram Corrigan y Bad Wolf han ampliado sus posesiones en la Fábrica, y gracias a unos trucos alquímicos de la irlandesa se han hecho fuertes en un antiguo despacho de un académico de alto rango. Sus enemigos se han identificado como el Séptimo Escuadrón y su cabecilla es una criatura pavorosa. Mide dos metros, tiene la cabeza de un león, porta una armadura plateada y sendas espadas bastardas en cada mano. Su aliento es gélido como la muerte y se hace llamar Sir Henry Cadwell III, autoproclamado León de Cornualles. Afirma ser un poderoso guerrero adiestrado en las artes de la alquimia. Las gárgolas le acompañan en todo momento ejerciendo de celosos guardaespaldas. Su enfrentamiento con la antropóloga pop de lo imposible es inevitable.
¡Que Isis nos guíe y proteja!
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